sábado, 24 de octubre de 2015

TRES MÁS AZUL


Que bonito y deseable sería poder ser feliz a cada instante, sin contemplaciones, de una forma fácil y práctica. Así como el que no quiere la cosa. Pero parece ser que para conseguir ese estado hemos de poseer la cualidad de los locos. Ser negligentes e ignorantes , por lo menos de cara a la platea, como si la cosa no fuera con nosotros -tu piensa lo que quieras, pero tres mas azul son siete- y ser felices aún sin comernos las perdices. Pero que difícil es hacerse el loco y ser feliz a cada instante.

Por el contrario y parece ser que va intrínseco en nuestro ADN, es más fácil ser infeliz , porque es de condición humana la capacidad de sufrimiento. En muchas ocasiones  nos gusta estar más cerca de la tristeza que de la alegría, aunque las cosas no vayan del todo mal. Siempre estamos preparados para llorar por una insignificancia, pero nunca para reír por un pequeño detalle. El pesimista piensa en lo primero y el loco se recrea en lo segundo. La tristeza  nos hace cautos, y la cautela no es una cualidad que describa a los chiflados.

Aún así , todos estos estados son reversibles, al contrario y viceversa, y por suerte para nosotros, no se que Dios se encargó de poner un loco a nuestro lado siempre que lo necesitamos, y recordarnos que tres mas azul son siete, nos pongamos como nos pongamos.