lunes, 25 de abril de 2011

MI TELE-VISION


La verdad es que por momentos parece que el mundo se viene abajo. Terremotos, guerras, pobreza, asesinatos, desgracias, maltratos, explotación de niños, violencia de genero……. y es en este momento cuando cojo el mando de la apocalíptica televisión y la desconecto.

Me tumbo en el sofá y mirando la tela de araña que siempre me olvido de destruir en cada limpieza semanal, me siento desolado por lo que veo por la caja tonta de treinta y dos pulgadas que tengo. Siempre en mi interior escucho: joder Joaquin, como esta el mundo¡¡¡¡.

Mientras , mi mirada se olvida de la casita de la de ocho patas y decido que esta semana se me va a olvidar de nuevo pasar la escoba por esa esquina de la casa. De repente mi mirada se para en el dibujo del saxofón abstracto que Andrea, la hija pequeña de mi amigo Diego, me regalo hace poco tiempo. Que feliz me hizo adquirir mi primer Andrea Barriga.

Ya la tele no es tan grande. Quizá ya es tan solo de veinte y pocas pulgadas.

Justo después de recrearme en mi Picasso particular, mi mirada cae un poco mas abajo, y comienzo a mirar todas las fotos de mis grandes amigos músicos que tantos buenos momentos me han brindado. Nacho, Javi, Iván, mi hermano Abel Nahum con Domingo el brasileño, Roberto, Carlos, mi gran amigo Enrique.

Siempre escucho en mi interior: joder joaquin, que buenos momentos.

Ya la tele no es tan grande. Quizá ya es tan solo de diez y pocas pulgadas.

Sigo tumbado en el sofá. ¿Por qué esta el mundo así?. ¿Qué esta pasando?.

Me paro y vuelvo a escuchar mi voz interior: Pero joaquin¡. No todo es malo.

En ese momento mi mirada se tropieza con Jorge Bucai y sus Cuentos Para Pensar, con un juguete antiguo que me regalo mi amigo Ernesto, con los discos de Miles, Coltrane y Parker, con un parche de conga que me regalo mi amigo Sito, y con la habitación donde toco con mis amigos cuando vienen a casa.

Ya la tele no es tan grande. Quizá ya es tan solo de ocho pulgadas.

Decido entonces volver hacer mi recorrido visual y recrearme en los recuerdos que estas cosas me inspiran. Voy yo y enciendo mi tele-visión y veo que la vida es bella, y puede sonar romántico u hortera, pero realmente siento que es así. Que debemos pararnos mas a admirar las cosas que tenemos cerca y darle el valor que de verdad tienen, porque así y solo así algún dia podremos cambiar el rumbo de las cosas. Debemos cambiar nuestra actitud ante la vida, y cambiarla desde nuestro interior. Pararnos y pensar que también hay cosas extraordinarias y sorprendentes que nosotros los humanos podemos hacer todavía.

Ya la tele no es tan grande. Ya apenas puedo divisarla.